Los isquiotibiales son los músculos situados en la parte posterior del muslo cuya función es flexionar la rodilla y extender la cadera.
La mayoría de personas que pasan mucho tiempo sentadas, tienen los isquiotibiales acortados debido a que en esta posición, se encuentran inactivos y en su longitud más corta.

Otro aspecto que influye en su longitud, es la capacidad de contracción de los flexores de la cadera (músculos antagonistas) que también se acortan y debilitan al pasar mucho tiempo sentados. Cuando el rango de movimiento activo de los flexores de la cadera es reducido, los músculos no saben contraerse (hacer fuerza) en su posición más corta (llevar la pierna hacia el tronco) mientras se estiran los isquiotibiales. Como el sistema nervioso no es capaz de controlar ese rango y mantener la pierna en esa posición, bloquea los isquiotibiales aumentando la sensación de tensión.

Además, cuando intentamos reducir la tensión estirando los isquiotibiales de forma pasiva, el sistema nervioso reacciona tensando la musculatura para proteger la articulación.

De este modo y para mejorar la flexibilidad de los isquiotibiales, el entrenamiento debe estar enfocado a:

  • Aumentar la fuerza en los rangos de movimiento máximos.
  • Convencer al sistema nervioso de que la posición es segura y puede controlar esos rangos.

Aquí te dejo unos ejercicios para mejorar la fuerza y el control de los isquiotibiales en su posición de alargamiento.