La fascia es una estructura de tejido conectivo muy resistente que abarca todo el cuerpo como una red tridimensional y representa aproximadamente el 20% del peso corporal. Envuelve, separa y conecta músculos, huesos y órganos, manteniéndolos en su lugar.

Biológicamente, la fascia es lo que nos mantiene unidos.

Da soporte, protección y forma al organismo. La fascia se caracteriza por una gran capacidad de deslizamiento y desplazamiento lo que facilita cualquier movimiento, incluso los pequeños movimientos fisiológicos, como el latido del corazón y la correcta función de todas las estructuras que envuelve como por ejemplo: 

  • la contracción muscular
  • la expansión de los pulmones al respirar o el latido del corazón
  • la movilidad de las articulaciones

Podemos imaginar la fascia como el tejido blanco que observamos al abrir una naranja que mantiene los gajos en su sitio y los separa de otros.

La miofascia es la fascia que recubre los tendones, los ligamentos y los músculos.

Las restricciones de movimiento de la fascia provocan trastornos en la movilidad, limitando el movimiento. Además, como es una estructura global y continua puede crear problemas en partes dístales a la zona de la lesión.

Su rigidez o engrosamiento por la falta de movimiento (sedentarismo), por mantener una postura inadecuada en el tiempo, por un uso excesivo o por un traumatismo puede provocar dolor e inflamación. La fascia también puede responder al estado emocional y aumentar la rigidez en situaciones de estrés debido a que incluye muchas terminaciones nerviosas en su interior.

La fascia está formada principalmente por fibras de colágeno y fibras elásticas suspendidas en un líquido viscoso (llamado sustancia fundamental). Las fibras de colágeno son muy resistentes mientras que las fibras elásticas son flexibles, de tal forma que el tejido conectivo es a la vez resistente y flexible.

El tejido conectivo se compone de alrededor de un 70% de agua y la movilidad física ayuda a mantener el movimiento del agua. El ácido hialurónico actúa como un lubricante para el tejido conectivo. Por ello, a menor cantidad de ácido hialurónico, habrá menor movilidad ya que su fascia estará más seca, menos flexible y tendrá una menor capacidad para deslizarse de forma adecuada. De nuevo, el movimiento ha demostrado ser una parte esencial. Los experimentos revelan técnicas manuales para la manipulación de la fascia, como la técnica Rolfing, que ayuda a incrementar las reservas de agua y flexibilidad de la fascia.

En resumen, la fascia desempeña un papel muy importante en el cuerpo humano. Mantener la fascia en buen estado es tan básico como conseguir músculos fuertes y sanos. Los desequilibrios fasciales conducen a una serie de problemas físicos, como dolores crónicos o rangos de movimiento limitados. Para evitar estos problemas, ¡muévete y estíra!

¿TENSIÓN MUSCULAR O TENSIÓN DE LA FASCIA?

Como hemos descrito, la fascia es un tejido resistente y flexible que permite que los músculos se muevan libremente junto a otras estructuras a la vez que reduce la fricción.

Por lo tanto, cuando la fascia está tensa, la contracción muscular también lo está. Una fascia retraída es similar a ponerte un pantalón dos tallas menor y querer abrir las piernas. El pantalón modifica el movimiento haciéndolo raro e incómodo. Además, aumenta el riesgo de lesión.

La mayor parte de las tensiones en el cuerpo se deben a la fascia y no a la musculatura. En algunas ocasiones, la fascia provoca dolores muy molestos como la fascitis plantar.

Para restaurar la fascia hay que estirarla exponiendo las articulaciones a diferentes ángulos de estiramiento y planos de movimiento.

Una técnica muy efectiva es la liberación miofascial.

¿CÓMO INFLUYE LA VISCOELASTICIDAD DE LA FASCIA EN EL EJERCICIO?

La Fascia contiene moléculas de colágeno y agua cuya proporción varía en función del tipo y la ubicación de los tejidos conectivos. Aun así, hay otros factores que influyen directamente en su viscoelasticidad como la temperatura.

Por ejemplo, cuando te levantas por la mañana la temperatura corporal es más baja y la fascia se encuentra más rígida. Pero después de un calentamiento aumenta la temperatura corporal y la fascia se hace menos viscosa.